Durante su segundo informe de gobierno, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que en México, ya no manda la delincuencia organizada, por lo que no hay torturas, desapariciones ni masacres, pero en Sinaloa, las cifras dicen lo contrario.
Tan solo en agosto, se registraron 77 homicidios dolosos, y se reportaron 100 personas desaparecidas, de las cuales, se desconoce cuántas continúan ausentes. Elevando las cifras a 572 personas asesinadas y 688 desaparecidas, en lo que va del año.
Con estas cifras, el promedio diario, es de 2.35 homicidios dolosos, y 2.8 reportes de desaparecidos en la entidad, pero en agosto, este último se elevó a 3.22, una cifra que no refleja la realidad, consideran algunos colectivos.
Apenas el domingo 30 de agosto, los familiares de las personas desaparecidas, alzaron la voz para exigir justicia, en el marco del Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada, cada colectivo, de distinta manera.
Los datos oficiales, de la secretaria de Gobernación, son de 9 mil 702 reportes de personas desaparecidas en Sinaloa, del 15 de marzo de 1964 al 13 de julio de 2020, cuando dieron su último informe, e las cuales, 4 mil 851 siguen ausentes, y el 18.10 por ciento de las que han sido localizadas, fueron encontradas sin vida.
La nota puede retomarse libremente en cualquier medio de comunicación, dando crédito al autor y/o al proyecto Desaparecidos en Sinaloa.
Integrantes de los diversos colectivos de búsqueda, salieron a las calles para exigir la localización de sus seres queridos, en el marco del Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada, de acuerdo a las cifras oficiales, hay unas cinco mil personas ausentes.
Los integrantes de los colectivos “Voces Unidas por la Vida” y “Uniendo Corazones”, realizaron una marcha por la avenida Álvaro Obregón, en la que también participaron, la Comisión Estatal de Búsqueda y la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos de Sinaloa.
Tan solo en lo que va del año, cerca de 700 personas han sido reportadas como desaparecidas, lo que representa tres casos diarios, unas 80 fueron privadas de la libertad durante el mes de agosto, pero los colectivos insisten en que son más.
“Quisiéramos saber en verdad, hemos pedido mucho al fiscal, que nos de la cifra real que ellos tienen, la real, ellos nos dicen que es real, pero no es cierto”, dijo Alma Rosa Rojo, líder de Voces Unidas por la Vida.
Del 15 de marzo de 1964 al 13 de julio de 2020, cuando se emitido el último informe sobre desaparición forzada, por la Secretaria de Gobernación, se informó que, existen 9 mil 702 personas desaparecidas en la entidad, de las cuales, 4 mil 851 siguen ausentes, y el 18.10 por ciento de las que han sido localizadas, fueron encontradas sin vida.
Sin embargo, en el blog “Desaparecidos en Sinaloa”, se revela que el 40 por ciento de las denuncias que tienen los diversos colectivos de la entidad, no se han formalizado en la Fiscalía General del Estado, por lo que el numero pudiera oscilar alrededor de los 10 mil casos.
El colectivo Sabuesos Guerreras conmemoró este día con una manifestación en el centro de Culiacán, donde colocaron fotografías y pancartas de sus seres queridos, también estuvieron recordando los nombres de los desaparecidos, mientras que Las Rastreadoras de El Fuerte, hicieron una manifestación en el monumento a la madre, en el municipio de Ahome, al norte del estado.
Otros colectivos realizaron jornadas de información, exposiciones fotográficas y otras actividades, para recordar a los desaparecidos, y exigir a las autoridades, de todos los niveles, que participen en las búsquedas, hasta encontrar a familiares.
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Culiacán, Sinaloa.- La Fiscalía General del Estado emitió Alerta Amber por cinco menores de edad, que desaparecieron entre el 15 y el 17 de agosto, en los municipios de Culiacán, Ahome, Mazatlán, al considerar que su integridad pueda estar en riesgo.
Se trata de Mónica Aylani Nájera Olivas, de 14 años de edad, quien fue vista por última vez, el 15 de agosto, al salir de su domicilio en la colonia Lombardo Toledano, Esmeralda Guadalupe Cabrera Medrano, de 15 años de edad, vista por última vez el 16 de agosto, en un domicilio de la colonia Lázaro Cardenas, y Karla Berenice Román Tafolla, de 13 años de edad, vista por última ocasión, el 17 de agosto, en la colonia Díaz Ordaz, todas en la ciudad de Culiacán.
También buscan a Edgar Alberto Chávez Lugo, de 16 años de edad, visto por última vez el 16 de agosto, al salir de su domicilio en la colonia Louisiana, en la ciudad de Los Mochis, al norte del estado, y a Cederick Mateo Turrubiartes Dávila, de 7 años de edad, visto por última vez el 17 de agosto, en la colonia Montuosa, en el municipio de Mazatlán.
Las fichas de las tres niñas y los dos niños, fueron emitidas por las autoridades, pidiendo la colaboración de la ciudadanía para localizarlos, ya que, hasta el momento, no se sabe nada de ellos.
Hasta el domingo 16 de agosto, se habían reportado 48 personas desaparecidas en el mes, y 647 en lo que va del año, de acuerdo al último reporte emitido por las autoridades locales.
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Las Rastreadoras salen cada miércoles y domingo a buscar a sus muertos. Solo interrumpidas por la pandemia, este grupo de mujeres inquebrantables recorre desde hace seis años los predios desérticos de Sinaloa para traer de vuelta a los desaparecidos. Escarban la tierra en frente de un sol de infierno, de las víboras, de los narcos y del Gobierno —también del Gobierno—. Desde que se inició la llamada guerra contra las drogas en 2006, instigada por el expresidente Felipe Calderón (2006-2012), constan como desaparecidas oficialmente más de 60.000 personas en México. No las busca el Estado, solo sus familias.
“Aquí encontramos su mano, en este árbol, aquí la dejaron”. Quien señala es Mirna Medina, la fundadora de las Rastreadoras de El Fuerte, y madre de Roberto Corrales, desaparecido con 21 años el 14 de julio de 2014, cuando fue levantado en la gasolinera en la que trabajaba. Medina lo encontró tres años después en un paraje de Ocolome, un municipio cercano a El Fuerte. “Fue el cuerpo 93 que encontramos”, detalla entera y también rota en el documental Te nombré en el silencio, un largometraje que recoge la búsqueda de estas mujeres con garras.
Mirna cuenta en esos 90 minutos de película que ella siempre va en tacones, incluso en los rastreos, que comenzó en esto cuando la policía le aseguró que ellos no buscaban a desaparecidos, y que se despide del altar de su hijo y de su gata cada vez que sale por la puerta por si no le permiten volver. Delante de la cámara dirigida por José María Espinosa de los Monteros (Culiacán, 1989), Mirna canta, llora, se rompe y rehace; también delante de cámara manda callar a las “pinches viejas” de sus compañeras de grupo, que son su familia, y las abraza y consuela, y sobre todo, delante y detrás de la cámara, Mirna sigue viviendo. El sinaloense y su equipo pasaron dos meses y medio con las rastreadoras para completar un retrato profundo y complejo. “Entramos derechos a sus vidas, pero en vez de enfocarnos solo hacia el dolor, que por supuesto está, también se ve el ímpetu que tienen ellas hacia la vida, se ve ese brillo de esperanza, que ahí está”, cuenta el director.
Ese intimismo, difícil de captar en los pocos párrafos de un artículo, nace de una confianza mutua entre el equipo y las rastreadoras, asegura Espinosa: “La labor en este documental es de acompañamiento, de respeto. Si les vas a pedir a estas mujeres que te cuenten cómo se llevaron a su hijo o su hija, y eso es un salto al vacío para ellas, tú tienes que estar ahí para cacharlas”.
El proyecto, que comenzó hace cuatro años y medio, ha conseguido recaudar los 150.000 pesos (unos 6.700 dólares) que le faltaban para ver la luz en una plataforma de crowdfunding estas últimas semanas. Espinosa de los Monteros, que estudió Marketing y se define como autodidacta —“un hijo de YouTube”—, reconoce que nunca pensó que podía tener en sus manos un tema tan importante: “Y haberla librado, salir limpio. Lograr hacer las cosas bien, que las piezas se hayan acomodado. No podría estar más contento de lo que creamos con las rastreadoras, de la película que creamos”.
Un equipo forense, en una fosa en Sinaloa. ZAHARA GÓMEZ LUCINI
Actualmente, las Rastreadoras de El Fuerte actúan en coordinación con la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) y la Procuraduría General de la República (PGR). Les han facilitado capacitación en antropología y arqueología, pero no las ayudan a buscar, critica Medina: “Gobierno a Gobierno es la misma chingadera: ellos no nos van a sacar de apuro”. Cuenta, además, que antes “el Gobierno ni siquiera quería reconocer que había desapariciones. No era bueno que hubiera mujeres escarbando la tierra”.
Así, este grupo de mujeres, que se juega la vida con cada rastreo, viven constantemente acosadas y amenazadas por el narco. “Siempre tengo miedo. Siempre, siempre. Legalmente tengo todo listo. Solo estoy esperando que lo hagan”, revela Medina en la cinta. Durante el rodaje del documental, mientras grababan en un predio en las afueras de El Mochis (al noroeste de Sinaloa), en una zona donde había mucha vegetación, fueron rodeados a balazos. “Ni nos inmutamos, la gente siguió haciendo su trabajo, ellas buscando y nosotros grabando, que a eso íbamos todos. No encontramos ningún resto y nos fuimos”, revela Espinosa de los Monteros, que cuenta cómo durante la grabación han sido vigilados y perseguidos en cada ranchería, observados desde lomas por hombres emperchados con rifles. “Si eso lo vivimos nosotros durante los meses que estuvimos, ¿qué viven ellas? Ellas son las valientes y las que se la rifan”.
Las rastreadoras reciben pitazos (chivatazos) con información de dónde pueden encontrar cuerpos enterrados. En ocasiones, son engañadas con localizaciones falsas, y muchas de ellas, antes de unirse al grupo, fueron extorsionadas. Les pidieron dinero para mantener a sus hijos con vida o para revelarles su supuesto paradero. Todas prefieren creer que su hijo está trabajando exhausto en los campos de marihuana que debajo de la tierra que pisan. Mirna, la líder del grupo, las obliga a mantener la cabeza fría: “Mientras no los encontremos, tenemos la esperanza, pero quiero que tengamos los pies en la tierra”.
—¿Tú cómo buscas a tu marido?
—Muerto.
—Muerto. Es la triste realidad, pero, ¿cuántos hemos encontrado con vida?
La rastreadora María Cleofas Lugo, que busca a su hijo desaparecido, en un momento del documental ‘Te nombré en el silencio’.
Otro de los objetivos de este joven director era nombrar a los que no están: alejarse de las cifras frías. “Ya no son números, son Roberto Corrales Medina, hijo de Mirna Medina, es Zumiko Félix Ortega, hija de Lizbeth Ortega, es Juan Francisco Angulo Lugo, hijo de Maqui Lugo. Son personas que se fueron, que tenían añoranzas y sueños y los tenemos que nombrar”, dice Espinosa de los Monteros, que en el documental muestra pequeños vídeos familiares donde estos jóvenes juegan con sus hijos, bailan o bromean con sus madres.
El momento más emocionante de la grabación, cuenta el director, que lo considera además uno de los más bonitos y dolorosos de su vida, ocurrió en 2018 cuando el equipo acompañó a Mirna Medina a buscar restos de Roberto —de quien todavía no ha aparecido el cuerpo completo— en el cerro donde lo dejaron. Mientras pronunciaban algunas oraciones, el chófer del equipo encontró dos dedos del joven. “En ese momento te quieres morir ahí, es una tristeza absoluta. Después nos fuimos al panteón, se cantó el corrido de Roberto, se platicó sobre él y poco a poco, empezó a cambiar el ambiente y terminó siendo una fiesta de vida y de muerte. Una celebración por la vida de Roberto y también por la de las rastreadoras”.
Culiacán, Sinaloa.- Durante julio fueron reportadas 117 personas como desaparecidas, cuatro más que el mes anterior, lo que significa un promedio de cuatro casos diarios, elevando la cifra a 620 en lo que va del año.
Del total de los casos reportados en julio, 71 fueron en Culiacán, lo que representa un 60.68 por ciento, seguido de Mazatlán con 19, Ahome con 13 y Navolato con 5.
En el municipio de Choix se registraron 2 casos, otros 2 en Guasave, y uno Angostura, Cosalá, Elota, Rosario y Mocorito, en Badiraguato, Concordia, Escuinapa, El Fuerte, Salvador Alvarado, San Ignacio y Sinaloa, no se denunció oficialmente ningún caso.
En contraste, los colectivos de búsqueda han reportado diversos hallazgos en las últimas semanas, “Rastreadores Fe y Esperanza” y “Rastreadoras de El Fuerte”, en el municipio de Ahome, y “Sabuesos Guerreras” en Culiacán y Navolato.
Hasta el momento se desconoce cuántas de esas 117 personas fueron localizadas, vivas o muertas, porque no hay un reporte oficial con dichas estadísticas.
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Culiacán, Sin.- Dos fosas clandestinas fueron localizadas este sábado primero de agosto en el municipio de Ahome, el norte del estado, por los colectivos “Rastreadores Fe y Esperanza” y “Rastreadoras por la Paz”, en ambos casos serán necesarias las pruebas de ADN para identificar los restos.
El primer hallazgo fue reportado por “Rastreadores Fe y Esperanza”, a espaldas de las grullas margen derecha, en Higuera de Zaragoza, pero el agua en el subsuelo impidió que siguieran escarbando, sin embargo, lograron extraer un cráneo.
El otro positivo, fue realizado por las “Rastreadoras por la Paz”, en un predio ubicado en las inmediaciones del fraccionamiento Santa Catalina, hasta donde llegaron luego de una denuncia anónima.
Apenas del jueves 30 de julio, el colectivo “Sabuesos Guerreras” encontró restos humanos en las inmediaciones de la sindicatura de Aguaruto, en el municipio de Culiacán, en una zona conocida como Acapulquito.
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Culiacán, Sin.- Dos fosas clandestinas fueron encontradas por colectivos de búsqueda de personas desaparecidas en el municipio de Ahome, al norte del estado, por las condiciones de los restos, serán necesarias pruebas de ADN para identificarlos.
El primer hallazgo se realizó rumbo al campo pesquero El Colorado, en un predio conocido como el Guachapori, donde ya se han encontrado decenas de restos en los últimos años, unos 80 según las cifras del colectivo Rastreadores Fe y Esperanza, quienes encontraron la osamenta.
El cuerpo estaba enterrado a unos dos metros de profundidad, con una venda a la altura de los ojos, y un impacto de bala en el cráneo, las autoridades recogieron los restos, para realizare pruebas de genética forense, que ayuden a identificarlos.
El otro cuerpo fue encontrado en las inmediaciones de la colonia Siglo 21, en este mismo municipio, y fue localizado por una llamada anónima al colectivo Rastreadoras de El Fuerte.
La osamenta estaba oculta entre la maleza, pero fue rápidamente localizada, debido a que todavía, despedía olores fétidos, los restos aparentemente estaban envueltos en plásticos negro, a muy poca profundidad.
Ambos colectivos decidieron reactivarse, luego de haber permanecido meses en resguardo, por la contingencia provocada por el Coronavirus, y luego de que algunas integrantes de Las Rastreadoras de El Fuerte se contagiaran.
Durante julio ha repuntado el número de denuncias por desaparición forzada, 103 hasta el pasado domingo 26, lo que significa un promedio de 4 diarios, elevando la cifra a 599 casos en lo que va del año.
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Culiacán, Sin.- La Fiscalía General del Estado activó el Protocolo Alba para intentar localizar a tres mujeres que, desaparecieron en los municipios de Culiacán y Mazatlán, mientras la Comisión Estatal de Búsqueda, solicitó ayuda para intentar dar con los familiares de una mujer, encontrada sin vida, en la capital del estado, y la sociedad organiza una marcha por una joven que fue calcinada.
Quienes se encuentran en calidad de desaparecidas, son Rosario Karina Hernández Salcedo, de 38 años de edad, de quien no se sabe nada desde el 13 de julio, cuando salió de su domicilio en la colonia Las Vegas, en Culiacán.
De acuerdo a su ficha de localización, mide 1.70, peso 60 kilogramos, es de tez blanca, tiene ojos grandes, boca chica, labios gruesos, nariz chica, cabello corto, y cejas delgadas. Al momento de su desaparecía vestía playera negra, short de mezclilla y huaraches de color negro.
Ese mismo día desapareció Dalia Jazmín Sarabia Noriega, de 34 años de edad, alrededor de las 23:00 horas, en la colonia independencia, en Culiacán, vestía una playera blanca, mallas negras y huaraches de color rojo. Mide 1.60 metros, pesa 80 kilogramos, y es de tez morena.
También se busca a Perla Patricia Ponce Ibarra, de 30 años de edad, quien desapareció el 17 de julio, fue vista por última vez al salir de su domicilio, en la colonia Loma Atravesada, en Mazatlán. Al momento de la desaparición vestía blusa lila, short de mezclilla negro y huaraches de color blanco. Mide 1.72 metros, pesa 65 kilogramos, y es de tez morena.
Por su parte, la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas Desaparecidas, emitió una ficha, para intentar dar con los familiares de una mujer, encontrada sin vida el 14 de julio, por el boulevard Benjamín Gill, en Culiacán, debido a que no ha sido reclamado, el cuerpo continua en el Servicio Médico Forense.
Y a través de redes sociales, se está convocando a una marcha pacífica, este próximo martes 21 de julio, desde la Catedral de Culiacán hasta la Fiscalía General del Estado, para exigir justicia por Lidia Andree, una joven de 18 años, que fue asesinada y calcinada por otras mujeres, sus restos fueron identificados el 14 de julio.
Por este homicidio, tres mujeres fueron detenidas, Paola “M”, Erandy “M” y una menor de edad, identificada como “M”, quienes habrían participado en la privación ilegal de la liberta, y posterior asesinato de Lidia Andree, por un supuesto robo de joyas, una más se encuentra prófuga.
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Culiacán, Sin.- Las denuncias por desapariciones forzadas continúan aumentando, las autoridades han recibido cuatro reportes diarios durante julio, la incidencia más alta en lo que va del año. Había registró de 48 casos hasta día 12, del presente mes.
En julio, se registraron 113 denuncias, un promedio de 3.7 casos diariamente, lo que refleja una tendencia ligeramente hacia arriba, comparando ambos meses.
Del primero de enero al 12 de julio, se tienen 549 reportes, lo que representa 2.82 casos diarios, una tendencia similar, a la registrada en 2019, que terminó con más de mil 300 denuncias, de manera oficial.
Sin embargo, de acuerdo a las autoridades federales, en la nueva plataforma de información sobre desaparecidos, en esas mismas fechas, se tienen únicamente 109 personas reportadas, de las cuales, 57 continúan desaparecidas y 52 han sido encontradas, 46 con vida, y 6 muertas.
Las autoridades federales, aseguran que la plataforma está actualizada, pero es evidente, que no hay confidencia entre la información estatal y nacional, en el tema de los desaparecidos.
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Culiacán, Sin.- Sinaloa se encuentra en quinto lugar en desaparecidos, y en segundo de localización de fosas clandestinas a nivel nacional, de acuerdo al último informe de la Secretaria de Gobernación.
Las autoridades dieron a conocer el portal Versión Pública RNPDNO, donde se muestras las estadísticas nacionales y estatales, las cuales permiten dimensionar la magnitud del problema.
Del 15 de marzo de 1964 al 13 de julio de 2020, han sido reportadas como desaparecidas 177 mil 884 personas, de las cuales 73 mil 234 no han sido localizadas, lo que representa el 41.17 por ciento.
Alejandro Encinas Rodríguez, Subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaria de Gobernación, informó que el Estado de México encabeza la lista, con el 18 por ciento de los casos, seguido de Jalisco, Tamaulipas, Veracruz, y luego Sinaloa y Ciudad de México, con cerca del 5 por ciento.
Sinaloa tiene reportes, en esas mismas fechas, de 9 mil 702 personas desaparecidas, de las cuales, 4 mil 851 no han sido localizadas, lo que presenta el 50 por ciento. De la otra mitad, reportada como localizada, 878 fueron sin vida, lo que significa un 18.10 por ciento.
En los reportes también son incluidos 30 extranjeros, desparecidos en Sinaloa, 11 todavía no localizados, y de los 19 encontrados, tres estaban muertos.
En el mismo periodo, fueron reportadas 3 mil 978 fosas clandestinas y 6 mil 625 cuerpos, principalmente en los estados de Veracruz, Sinaloa, Colima, Guerrero y sonora, que concentran el 57 por ciento de las fosas y el 70 por ciento de los cuerpos hallados.
Tan solo durante esta administración federal, han sido encontradas mil 143 fosas y mil 682 cuerpos, de los cuales, 712 fueron plenamente identificados, y de ellos, el 25.6 por ciento ya fue entregado a sus familiares.
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