Culiacán, Sin.- Tuvieron que pasar siete años para que Claudia, líder de las Rastreadoras por la Paz, pudiera velar los restos de su hijo, quien fue privado de la libertad por un grupo armado en el municipio de Ahome, al norte del estado.
Sus restos fueron localizados por ella misma e integrantes de su colectivo, en un predio conocido como El Guachapori, perteneciente a la Villa de Ahome, dentro de una fosa clandestina, de aproximadamente un metro y medio de profundidad.
Por la vestimenta, desde ese momento Claudia supo que podría tratarse de su hijo Javier Fernanda, quien desapareció el 11 de abril de 2013, en la colonia 12 de Octubre, pero requería confirmarlo con pruebas de ADN.
El hallazgo se realizó el 17 de marzo, y tan solo unos días después la Fiscalía General de Justicia del Estado confirmó que se tratan de los restos de su hijo.
En el funeral estuvieron presentes, integrantes de diversos colectivos de búsqueda, tanto de Sinaloa como de Sonora, y algunos funcionarios del Ayuntamiento de Ahome.
la historia de Claudia forma parte del reportaje «El tortuoso camino de reportar y buscar a un desaparecido en Sinaloa«.